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domingo, 20 de julio de 2008

Italia 2008 ( Roma, Florencia, La Toscana)

Nuestro viaje comienza el 4 de agosto de 2008 de forma un tanto accidentada pues después de dos intentos de despegue de nuestro avión (el último incluso colocado ya en pista) nos comunican que nos quedamos en tierra, que hay un fallo en un motor del avión y que se aplaza el vuelo hasta el día siguiente.

Imaginaos nuestras caras, con la agenda tan apretada que llevábamos no tuvimos más remedio que sacrificar nuestra visita a Pisa, pues perdimos un día entero de viaje. Bueno, eso hará que no tengamos más remedio que volver......

En Roma nos alojamos en un hotel precioso, muy limpio  y muy bien situado pues nos permitía ir a pie a la mayoría de los monumentos céntricos. Se llama Hotel Artemide y está situado en la Via Nazionale,  cerca de la Estación de Termini, lo cual nos permitía movernos cómodamente en tren y metro para las excursiones más alejadas. Os lo recomiendo.



Primer día de viaje: Roma y sus monumentos
Comenzamos nuestro paseo por la Plaza de la República, que quedaba justo al final de la Vía Nazionale, donde visitamos la Basílica de Santa María de los Ángeles Mártires. En el centro de la plaza nos encontramos la Fuente de las Náyades.




Seguimos por la Vía Vittorio Veneto donde a través de un agradable paseo nos fuimos dejando impresionar por los palacios y lujosos hoteles que allí se encuentran, así como los elegantes negocios a ambos lados de la misma.

Llegamos así a la Colina de Quirino, donde se encuentra el Palacio Quirinal que sería la residencia de los Papas en un principio, luego fue residencia de los Soberanos de Italia y que desde 1947 es la residencia oficial del Presidente de la República Italiana.




En la plaza frente al Palazzo se encuentra un grupo escultórico que representa a los Dioscuros, Cástor y Pólux, y en medio de ellos un obelisco que fue trasladado desde el Mausoleo de Augusto en 1786. El Obelisco de los Discouros.



Desde aquí hay una imagen muy bonita del Vaticano, de la Cúpula de San Pedro.




Continuamos callejeando hasta llegar a la famosa Fontana de Trevi, visita obligada si vas a Roma. Es una obra maestra del arquitecto romano Nicolo Salvi, ejecutada por encargo del Papa Clemente XII.




Como no.... siguiendo la tradición, echamos nuestra moneda a la fuente con el deseo de regresar a esta bonita ciudad.


Nos detuvimos en la Basílica de Santa María la Mayor para contemplar el artesonado renacentista de su techo, imponente.



Y el baldaquino del altar mayor, obra de Ferdinando Fuga.




De aquí nos fuimos a la Plaza Colonna, donde nos llama la atención en el medio la misma el monumento que ha dado nombre a la plaza, la Columna de Marco Aurelio, decorada en espiral como aquella de Trajano (visible en la Vía de los Foros Imperiales) con episodios que se refieren a las gestas del Emperador. Tiene casi 42 metros de altura y en su cima nos encontramos la estatua de San Pablo. No pudimos apreciar bien la plaza puesto que estaba en restauración y vallada.






A continuación, llegamos a la Plaza de Venezia, ésta se encuentra  en el centro de Roma y está dominado por el imponente monumento de Víctor Manuel II. La Piazza Venezia tiene un flujo constante de tráfico, sin semáforos. Curioso pero sólo existe un guardia en el centro de la plaza, encima de un pedestal y bajo una sombrilla custodiando el tráfico.





Desde aquí se llega a Los Mercados de Trajano, un edificio que se eleva escalonado y en el que se aprecian un total de seis pisos donde se ven las puertas y ventanas que en origen eran negocios que estaban dedicados a las transacciones comerciales. En el centro se erige la Torre de las Milicias, llamada popularmente como la Torre de Nerón pues al parecer, se dice que el Emperador presenció desde allí el incendio de Roma.


Continuamos dando un paseo por la Vía de los Foros Romanos.














Y de aquí, directos al Coliseo Romano. He de confesaros que me llamó mucho la atención lo sucio que estaba, no me lo imaginaba así.









Rodeando el Coliseo, en un lateral apreciamos el Arco de Constantino, dedicado a él por el Senado Romano para celebrar su victoria sobre Majencio.






Y para terminar nuestra excursión del día de hoy, una bonita imagen del Templo de Venus y algunas más de la zona al atardecer.












De vuelta al hotel a descansar un poco y de nuevo en marcha, esta vez hacia la zona del Trastevere, donde nos sentamos en una típica pizzería y degustamos la auténtica pasta italiana.
A lo largo del río Tiber nos encontrábamos una zona muy animada de barcos-restaurante, zona de copas y mercadillo que a la luz de la luna daba un encanto especial a este barrio.





Segundo día de viaje: El Vaticano, Plaza Navona y Panteón


Este fue el día de las colas para todo, para entrar a la Basílica, para subir a la Cúpula, para ver la Capilla Sixtina, recordadme que no vuelva en agosto nunca más. Y encima, bajo un sol de infarto y una humedad a la que no estamos tan acostumbrados por aquí, tanto es así que nos tuvimos que apañar una sombrilla made in China para sobrellevarlo.....







Cúpula de San Pedro.



Piedad de Miguel Ángel


Mausoleo del Papa Juan XXIII






Ya por la tarde nos dirigimos hacia la plaza Navona, allí se organizaban, hasta el siglo XIX, varios espectáculos y celebraciones y en el mes de agosto se inundaba completamente la plaza con el agua de las fuentes y se organizaban batallas fluviales.






En la época navideña se engalana la plaza y se disponen varias paradas con juguetes y 
objetos de regalo. En una de sus esquinas hay una preciosa tienda de hadas, os recomiendo visitarla.
La Piazza Navona es uno de los mejores ejemplos del barroco romano. Prueba de ello son las tres fuentes que se encuentran en la plaza; La fuente de Neptuno y la fuente del Moro son obra de Giacomo Della Porta y se encuentran situadas en el extremo de la plaza. La otra es la  Fontana dei Quattro fiumi (fuente de los cuatro ríos) obra de Bernini.


Actualmente se puede disfrutar de su animado ambiente, con varios artistas callejeros, sobretodo en verano. De vez en cuando se aprovecha el enorme espacio de la plaza Navona para montar pequeñas exposiciones.



El Panteón de Agripa o Panteón de Roma es un templo circular construido en la ciudad de Roma a comienzos del Imperio Romano dedicado a todos los dioses (la palabra panteón significa templo de todos los dioses). Los romanos lo conoce popularmente como La Rotonda, de ahí el nombre de la plaza en que se encuentra.


En sus orígenes este Templo estaba dedicado a las 7 divinidades de la mitología romana: Sol, Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, y Saturno, a cada uno de los cuales correspondía un ábside del interior. La finalidad de esta maravillosa edificación era unir al hombre con los dioses, pero en especial, al emperador.
El templo original construido por Agripa fue destruido y reconstruido por completo en tiempos de Adriano, cuyo nombre no aparece en las inscripciones debido al rechazo de éste de que su nombre figurase en las obras efectuadas. A fines del siglo XIX , el descubrimiento de los restos del templo original mostraron la gran similitud con el actual, con algunas variantes, como por ejemplo la entrada que se encontraba en el lado opuesto.
La característica mas notable de El Panteón Romano es su construcción circular y su fantástica cúpula abierta, de 43,44 metros de diámetro y que hace de ella la mayor cúpula de la historia y con un perfecto estado de conservación. La cúpula de la Basílica de San Pedro  esta inspirada en ella, pero es de menor tamaño por respeto a ésta. Como llegamos casi de noche, nos quedamos sin verla pues cerraban a las 18.00.

Tercer y cuarto día de viaje: Florencia

Desde Roma nos trasladamos a Florencia donde permanecimos un par de días. He de reconocer que lo que más me impresionó de todo el viaje fue precisamente esta ciudad. No sólo por la cultura que se respiraba en cada calle y cada plaza sino también por el encanto y el glamour que emanaba de ella.

La Catedral de Florencia o Duomo, es fruto del trabajo y dedicación de varios artistas que trabajaron en su construcción a lo largo de centurias. Fue construida sobre la anterior Catedral de Santa Reparata pues ésta se había quedado pequeña para las necesidades de la ciudad.



Imagen del Campanario de Giotto



Interior del Duomo
Cúpula


Justo en frente de la Catedral se encuentra el Baptisterio de San Juan presenta una construcción octogonal con un ábside semicircular.




Una de sus atracciones es la Puerta del Paraíso, llamada así por Miguel Ángel, la cual contempla escenas del Viejo Testamento.







Dentro de él se encuentra la tumba del antipapa Juan XXIII.



Nos adentramos por una calle peatonal y comercial en la Plaza de la Señoría, donde nos encontramos El Palacio Viejo y en su entrada principal una réplica del David de Miguel Ángel.





El Pórtico de los Lansquenetes, animado por una serie de importantes esculturas como la de Perseo o la de Hércules y el Centauro de Giambologna, 









Y al otro lado del Palacio Viejo nos encontramos la Fuente de Neptuno






Continuamos dejando a la izquierda la Galería de los Uffizi.....




...para llegar a la ribera del río Arno  donde nos encontramos el famoso Puente Viejo (Ponte Vecchio).




Bonita imagen del puente al atardecer.


Los puentes cubiertos por una galería y pequeños talleres, comercios y viviendas eran comunes en la Edad Media . El Ponte Vecchio (el Puente Viejo) de Florencia es de los pocos que todavía conservan su aspecto medieval aunque lo que lo hace único no son los locales colgados ni la galería oculta que corre bajo su tejado para uso exclusivo de los Médicis, sino la impresionante lista de los que por él cruzaron, desde el Botticelli a Miguel Ángel, de Leonardo da Vinci a Cellini, de Bramante a Ghiberti, Dante, Savonarola y todos los Medicis por solo citar unos cuantos. 


Básicamente te encuentras joyerías a ambos lados del puente.



Desde allí se aprecia otro bonito puente, el de Santa Trinita, considerado, después del Puente Viejo como el más hermoso de la ciudad. Aquí lo tenéis con una bonita foto a contraluz.








Finalizamos nuestra excursión del día de hoy con una romántica cena en una terraza frente al Duomo, a la luz de las velas, muy recomendable.


Al día siguiente nos fuimos a ver el auténtico David de Miguel Ángel que se encuentra el la Galería de la Academia conjuntamente con una serie de esculturas de este escultor, las cuales no dejan fotografiar, upss...


En los exteriores..

Callejeando, nos encontramos con la Casa Museo de Dante.



Parada obligada en la Plaza de la República, donde almorzamos en una de sus múltiples pizzerías.




Terminamos con la visita a la Basílica de la Santa Cruz, preciosa iglesia neogótica cuyo interior estaba en restauración pero dejaba ver un retablo impresionante en el altar mayor.


Cerca de la Estación Central nos encontramos la Plaza de Santa María, cuya iglesia fue construida para los primeros españoles que frecuentaban el lugar. Muy bonita y con un claustro precioso.
La Basílica de Santa María Novella es una de las iglesias más importantes de la ciudad italiana de Florencia, y se encuentra situada en la parte antigua de la ciudad.





Resto de la tarde libre para compritas y paseos por las calles más selectas de Florencia.

Quinto día de viaje: 
La Toscana: Siena y San Gimignano

Siena

La leyenda cuenta que Siena fue fundada por Senio, hijo de Remo, uno de los fundadores de Roma.  Tuvo un asentamiento etrusco y tras ser romana, fue un importante centro en la Tuscia longobarda.  Fue conquistada en el año 800 por Carlomagno.  También fue ciudad libre, enfrentada a Florencia, y extendió sus dominios llegando a poseer un tercio de la Toscana.
Famosa estatua de Rómulo y Remo en la entrada de la ciudad.

Duomo
Impresionante y tremendamente limpia y bien cuidada, lo que contrastaba sinceramente con la suciedad de Roma. Nos comentó la guía que reinvertían una parte de los ingresos turísticos en conservación de los monumentos, cosa que intuyo en Roma no deben hacer o al menos, no lo parece.








Callejeando....







Plaza del Campo:
Está considerada una de las plazas más bonitas de Europa.  Tiene forma de concha ligeramente inclinada y a la que van a desembocar once calles.  Está pavimentada con ladrillos dispuestos radialmente desde la parte más baja de la plaza.
Está rodeada por antiguos palacios, destacando el Palazzo Publico. Estaba preparada para las famosas fiestas del 16 de agosto, las Carreras Medievales. La plaza se cierra y los caballos y jinetes, engalanados al estilo medieval, corren alrededor de ella. Llegamos un par de días antes, luego no pudimos verlo.





Palacio Público.
Se encuentra en la Plaza del Campo.  Fue construida en 1297 en estilo gótico y representa un magnífico ejemplo de la arquitectura civil toscana.  Actualmente es sede del Ayuntamiento.
La parte inferior y el porche de la entrada, son de mármol blanco, con juegos geométricos sobre las ventanas, que contrasta con la sobriedad del ladrillo de las dos plantas superiores, en las que destacan los amplios ventanales, de tres vanos.  El cuerpo central, de una altura más, se corona por dos sencillos campanarios.
En un ángulo está la Torre del Mangia, levantada en 1348 con 102 m. de altura.  Se puede acceder a la parte más alta si eres capaz de subir 503 escalones, para gozar de una amplia vista panorámica, cosa que nosotros, obviamente declinamos.





Palacio de Sansedoni


Panorámica de la plaza.



San Gimigniano
Esta pequeña ciudad de la Toscana, ha sido declarada por la Unesco como Patrimonio cultural de la Humanidad. 
Pasear entre las casas antiguas, por las calles peatonales es uno de los mejores modos de saborear la auténtica atmósfera medieval, la fascinante antigüedad de San Gimignano.



La ciudad experimentó su máximo crecimiento en la época medieval cuando fueron edificadas 72 torres, hoy sólo permanecen levantadas 14. Las torres de San Gimignano se convirtieron en el símbolo de la ciudad, la torre más alta es "Torre Grossa" que por sus 54m de altura sobrepasa a la Catedral de San Gimignano.




En esta esquinita nos tomamos el mejor helado de todo el viaje, era impresionante la variedad de helados que te encontrabas. Nos recomendaron especialmente el helado de hierbabuena.


Desde la época medieval la ciudad se divide en cuatro distritos: Plaza, Castillo, San Matteo y San Giovanni. En cualquier ángulo de la ciudad están presentes las tradicionales banderas coloreadas que, con gran orgullo, distinguen los distritos.


Aquí terminó nuestra visita a la Toscana, recordamos que tuvimos que sacrificar Pisa porque nuestro avión nos dejó tirados el primer día de viaje y perdimos este día completo, lástima.


Sexto y último día de viaje: Venecia


Comienza nuestro paseo por el Canal Grande donde las Barcazas te llevan de un lado para otro.




 Vistas de la Pescaría (la Pescadería), hoy lonja del pescado pues se facilita el comercio a través del Canal Grande.

Puente de Rialto.









Iglesia de Nuestra Señora de la Salud.

Iglesia de San Giorgio Maggiore





Basílica de San Marcos, símbolo monumental de la Iglesia en Venecia.






Aquí vemos la fachada de los célebres caballos.




La Torre del Reloj, con el original reloj y "los dos moros" que hacen sonar las horas en la cima de la torre.






La diversión la ponían las palomas que se subían a todo los que les olía a comida...





Con una media de cinco turistas por metro cuadrado, llegamos a la Plaza de San Marcos, joya arquitectónica que figura entre las más valiosas de Italia.














Paseo obligado en góndola por los canales venecianos.....merece la pena.














Bonitas fotos panorámicas desde el Puente de la Academia.






Y eso es todo lo que dio de sí nuestra agenda apretada, lo pasamos muy bien y nos vinimos con un bonito sabor de boca. Intentaremos volver para ver lo que nos dejamos pendiente.


May Martínez
Agosto 2008