Nuestro viaje por Galicia comienza en las Rías Baixas. Nos alojamos en el pazo de unos amigos en Nigrán (Pontevedra) y desde allí fuimos haciendo excursiones. La primera de ellas fue una visita a las Islas Cíes, donde nos sorprendió gratamente el encontrarnos con paisajes agrestes, casi salvajes, acantilados y playas con aguas de color turquesa.....auténticamente de ensueño.
Las Islas Cíes son un pequeño archipiélago formado por tres islas: Norte o Monteagudo, Del Medio o do Farol y Sur o San Martiño. Está situado en la Ría de Vigo, en la Provincia de Pontevedra.
Han sido declaradas Parque Natural por su riqueza y variedad de ecosistemas y dado que no se permite habitarlas, esto hace que se conserven casi salvajes.
Nuestra excursión nos dejaba imágenes tan paradisíacas como éstas:
Al día siguiente nos fuimos a Vigo porque se nos había antojado comernos unas ostritas y unos percebitos en la Famosa Calle de las Ostras, justo debajo del Mercado Da Pedra.
Allí se ponen las señoras con las cajas de ostras, te las abren al momento y te las sirven en una mesa. Es uno de los atractivos turísticos de Vigo.
También nos encontramos en Vigo un mercadillo medieval y la verdad estaba muy animado.
Esto para quien no le gusten las ostras.....
Visita a Bayona aprovechando que estábamos muy cerquita. Foto de la fortaleza, que actualmente es un Parador Nacional impresionante.
Hora de mudarnos a la Ribeira Sacra, entre la provincia de Lugo y Ourense. Esta zona comprende las riberas del Miño y del Sil.
Nos alojamos en una preciosa posada en Torrevilariño. Si lo que quieres es descansar y disfrutar del entorno, sin duda este es el sitio. La regenta una familia que estuvieron muy pendientes de nosotros en todo momento. Pasamos unos días estupendos en este sitio.
Nos vamos de excursión, hacemos una ruta en coche por la ribera del Miño, pasando por Monforte de Lemos, Barrio y Escarión.
Bajamos por un caminillo de infarto hacia la ribera del Miño y llegamos a un lugar donde han hecho una playa fluvial muy chula.
Impresionante el Miño.
El segundo día continuamos nuestra ruta en coche para dirigirnos hacia los Cañones del Sil. En primer lugar nos encontramos el embarcadero. Comentaros que el nivel del Sil estaba tan bajo que ni siquiera estaban funcionando los catamaranes que era lo que queríamos probar, cachis, nos quedamos con las ganas. La razón es que estaban haciendo trabajos de mantenimiento en el embalse.
Terminamos nuestra ruta con una visita al Monasterio de Santo Estevo, actualmente un Parador Nacional donde paramos a reponer fuerzas y picar algo.
Un par de días en la playita y de vuelta a casa con las pilas recargadas.
Hasta la próxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario