Comenzamos con una visita por Bruselas.
El primer día nos decidimos a empezar nuestra ruta paseando por el Barrio Europeo, donde se encuentran los grandes edificios de la Unión Europea.
Aquí nos encontramos con la Sede de la Comisión Europea, un edificio en forma de "x" más original que realmente llamativo. No nos cruzamos con ninguna celebrities....y eso que estaba la cosa revuelta....
Continuamos hacia el Parque del Cincuentenario, en una de las zonas más altas de la ciudad.
En un lateral del Arco se encuentra Autoworld, una exposición permanente de coches antiguos de todas las épocas que hace las delicias de grandes y pequeños durante un par de horillas.
Unas bonitas imágenes del Arco del Cincuentenario desde los jardines posteriores.
Desde aquí bajamos al Palais Royal (Palacio Real), que nos lo encontramos vallado sin averiguar la razón, lo cual hizo que no pudiéramos visitarlo por dentro.
Atravesando el Parque de Bruselas, una de las zonas más animadas de la ciudad, llegamos al Palacio de la Nación. No se visita.
Muy cerca se encuentra la Cathedrale de ST. Michel (Catedral de San Miguel y Santa Gudula), de estilo gótico.
Consta de una nave central separada de las dos naves laterales por unos gruesos pilares.
Impresionante es el conjunto de vidrieras de la catedral, a cuál más bella y todas diferentes.
Y otra cosa que me ha llamado mucho la atención, no sólo en la catedral, sino en todas las iglesias que hemos visitado, ha sido los púlpitos labrados en madera. En esta ocasión es un púlpito barroco que representa la caída de Adán y Eva y la Redención.
Continuamos ahora hacia la Plaza Albertina, bello recinto ajardinado que muestra una estatua del Rey Alberto I y unas vistas muy bonitas del belfort del Ayuntamiento en la Grand Place.
Callejeando.....
Palais de Beaux-Atrs (Museo de Bellas Artes)
De aquí nos dirigimos al Barrio de El Sablon, muy céntrico y conocido y que actualmente es una zona donde se congregan la mayoría de los anticuarios de Bruselas. También destacan las pastelerías y las tiendas de gran lujo. Accedemos aquí a la Place du Grand Sablon, una de las más elegantes de Bruselas.
Allí nos encontramos la Iglesia de Nôtre Dame du Gran Sablon que tiene su entrada por un lateral. Es de estilo gótico tardío y conserva el conjunto de vidrieras más imponente de toda Bruselas.
De mención es el órgano de la misma. y el púlpito labrado en madera.
Justo en frente está la Places du Petit Sablon, muy querida por los bruselenses.
Las estatuas centrales hacen referencia a los Condes de Egmont y Hoorn, héroes de la lucha contra el Dominio Español del siglo XVI.
Muy cerquita también se encuentra el Palais de Justice (Palacio de Justicia), edificio neoclasicista que se encuentra en restauración actualmente lo cual impide admirar bien la cúpula, que es lo más llamativo.
Esta es la zona más alta de la ciudad y desde aquí se obtienen las mejores vistas de Bruselas (aunque todo hay que decirlo, no son gran cosa)
De vuelta hacia la Grand Place, te encuentras por el camino al famoso niño meón, el Manneken Pis. Una pequeña estatuilla en una esquina, que si no es por la expectación que despierta, te la pasarías sin darte cuenta....Corren muchas leyendas sobre este niño burlón y de espíritu travieso.
Antes de llegar a la Grand Place, te encuentras con el monumento en relieve del héroe Everard Serclaes, que al parecer, hay que manosear para recibir la buena suerte. Pues nada, a toquetearlo....
Y por fin........... la Grand Place, ¡¡¡¡imponente!!!!
La ocupan varios edificios llamativos. El Hôtel de Ville o Ayuntamiento, es el que más llama la atención, es de estilo gótico flamígero y uno de los monumentos más valiosos de Bélgica, dada su antigüedad.
Otro de los edificios de la Plaza es la Maison des Brasseurs (Museo de la Cerveza).
La Maison du Roi (Casa del Rey) antiguamente era un mercado de pan y ahora Museê Comunal, dedicado a la ciudad. También acoge el museo de los trajes del famoso Manneken Pis.
Maison du Cygne, al lado del museo de la Cerveza. Este edificio pertenecía en principio al gremio de los maestros carniceros. Hoy acoge al restaurante más caro y lujoso de la ciudad.
Nos dirigimos a través de la Rue des Bouchers, una de las zonas más animadas entorno a la Grand Place, donde te encuentras restaurantes y marisquerías a cada lado. Es un zona turística pero merece la pena sentarse a tomar los famosos Moules Frites (mejillones con paratas fritas) tan típicos de Bélgica.
Al doblar la esquina te encuentras la réplica feminista del Manneken Pis, la Janneken Pis, una estatuilla un tanto grotesca, de dimensiones enanas igualmente y que no tiene mucho interés si no fuera porque justo en frente se encuentra la cervecería más antigua de la ciudad.
Esta cervecería presume de tener 2004 tipos de cerveza de todo el mundo. Es muy pintoresca y bastante agradable.
En la barra tiene más de trescientos grifos diferentes..........el paraíso de los cerveceros.
De camino al hotel para descansar y reponer fuerzas, pasamos por la Place des Martyres.
El segundo día lo dedicamos a visitar el Atomium y MiniEurope. Está algo alegado del centro, por tanto, se te va la mañana entera en eso, tampoco da mucho tiempo más.
El Atomium se encuentra en la zona de Heysel. Se ha convertido en el símbolo de Bruselas junto con el Manneken Pis y es lo más conocido. Se construyó en 1958 para la Exposición Universal y representa la estructura de una molécula de átomo aumentada 165.000 millones de veces. Es bastante imponente, pero no merece la pena visitarlo por dentro.
Justo al lado del Atomium está Mini-Europe, un recinto donde se encuentran las miniaturas más importantes de toda Europa. Muy divertido de ver pues se encuentran animadas y pasas un rato agradable dándole a todos los botoncitos, jaja.
La gran Plaza de Bruselas.
El Ayuntamiento de Amberes:
La Torre Eiffel de Paris es lo más grande y alto, mide 13 metros.
Entre las representaciones españolas estaba el Escorial y La Catedral de Santiago.
Esto es un trozo original del Muro de Berlín.
Y un sin fin de miniaturas más...............
Ya por la tarde volvimos a las inmediaciones de la Grand Place para ver las Galerías Comerciales de Sant Hubert, una de las galerías más elegantes de Bélgica. Con sus cafés y tiendas lujosas, están muy animadas. Como era de rigor, nos paramos a merendar en una pastelería.
Día siguiente, subimos hasta la Basílica del Sagrado Corazón, un edificio impresionante por fuera, pero que decepciona enormemente por dentro.
Tarde libre para comprar chocolates Godiva y souvenirs y visita nocturna a la Grand Place.
Y eso es lo que hemos conseguido ver en tres días. Creo que lo importante está todo, no merece la pena parar más tiempo.
Por cierto, preparad los bolsillos porque es todo carísimo. Llegamos a pagar 9.80 € por una cerveza y 6 € por una coca cola..........
A descansar ..............que mañana..................nos vamos a Brujas.
Saludos
May Martínez
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